Conoce si es posible importar un carro usado a Colombia, los costos, trámites, excepciones legales y las mejores alternativas disponibles.
La importación de carros usados en Colombia es un tema que genera muchas dudas entre quienes desean traer un vehículo desde el exterior. La respuesta corta es: en la mayoría de los casos no está permitido importar vehículos usados a Colombia, salvo en situaciones muy específicas establecidas por la ley.
En este artículo te explicamos cuáles son esas excepciones, cuánto cuesta un proceso de importación y qué alternativas tienes si quieres acceder a un carro sin complicaciones legales ni costos elevados.
En Colombia, la normativa es clara: no se permite la importación de carros usados de manera libre. Esto busca proteger la industria automotriz nacional y controlar el impacto ambiental de vehículos antiguos.
Las excepciones en las que sí puedes importar un vehículo usado son:
Carros clásicos o de colección con más de 35 años de antigüedad.
Vehículos diplomáticos autorizados por convenios internacionales.
Carros blindados con permisos especiales del Ministerio de Defensa.
Importaciones temporales, por ejemplo, de extranjeros que ingresan con su vehículo por un tiempo limitado.
El costo depende del valor comercial del vehículo, su origen y los trámites aduaneros. En promedio, si cumples con alguna de las excepciones, deberás cubrir:
Arancel de importación: alrededor del 35% del valor del carro (Dependiendo de donde venga el carro, y si hay o no TLC).
IVA: entre 19% y 35%, según la categoría del vehículo.
Gastos de transporte internacional: pueden superar los USD 2.000 dependiendo del puerto de origen.
Gastos de nacionalización y matrícula: incluyen trámites ante la DIAN, tecnomecánica y registro en el RUNT.
Esto significa que, en muchos casos, traer un carro usado puede costar más que comprar un vehículo similar en Colombia.

Si cumples con alguna de las excepciones legales, estos son los pasos básicos del proceso:
Solicitud de autorización ante la DIAN y entidades competentes.
Contratación de una agencia de aduanas para gestionar trámites.
Pago de impuestos y aranceles según el valor del vehículo.
Nacionalización: inspección, registro en el RUNT y asignación de placas.
Revisión técnico-mecánica y seguro obligatorio (SOAT) para poder circular.
Dado que el proceso es costoso y limitado a pocas excepciones, muchas personas optan por alternativas como:
Comprar vehículos usados en Colombia, que ya están nacionalizados y listos para circular.
Acceder a financiamiento para adquirir un carro nuevo con garantía de fábrica.
Vender un vehículo actual para usarlo como parte de pago por otro modelo disponible en el mercado nacional.
De esta forma no es forzado y aporta al usuario una solución real.
La importación de carros usados a Colombia es un proceso restringido y costoso que solo aplica en casos excepcionales. Para la mayoría de conductores, la mejor alternativa es optar por un vehículo usado ya matriculado en Colombia o vender el actual y financiar uno nuevo. Esto reduce trámites, costos y riesgos legales.